La microfauna incluye principalmente nematodos y protoctistas. Entre sus características más importantes se destacan:
- Influyen en la tasa de recambio por su papel como forrajeros de raíces.
- Juegan un papel importante en la regulación de abundancia y actividad microbiana.
- Como insectos patógenos, representan un importante control biológico.
- Normalmente representan una riqueza genérica y de especies muy alta (MOREIRA F., 2011).
Nematodos
Son gusanos cilíndricos, en general microscópicos en forma de hilos, se encuentran en casi todos los suelos donde haya presencia de carbono orgánico y son el grupo animal más abundante en el suelo, después de los protozoos( BUCKMAN & BRADY, 1977).
A pesar de representar en ocasiones un peligro para plantas y animales por ser parásitos, los nematodos son de vital importancia en los ecosistemas, pues además de descomponer la materia orgánica convirtiéndola en nutrientes, actúan como agentes de control biológico de plagas e insectos. Además como su ciclo de vida es corto y son sensibles ante los cambios en el ambiente, son buenos indicadores de las condiciones ecológicas de los suelos (MOREIRA F., 2011).
Nematodo. Tomado de: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/
Protozoos
Son protistas unicelulares, eucarióticos, cuyo tamaño varía entre 5 y 100 µ y 1 o más centímetros. Están emparentados con algas y hongos. En general carecen de pared celular verdadera. Todas las especies terrestres son microscópicas y en general no tienen clorofila. Algunos son fotosintéticos emparentados con las algas. La mayoría son saprófitos, alimentándose de sustancias solubles orgánicas e inorgánicas, o fagótrofos, alimentándose directamente de microorganismos o partículas. Este último tipo de nutrición predomina en el suelo. La partícula ingerida es encerrada en una vacuola donde se produce su digestión, pues el protozoario puede fabricar todas las enzimas necesarias. Tienen selectividad respecto a la presa. Consumen cocos, bacilos y algunas algas, pero no Clostridium, ni esporas de bacterias y hongos, ni tampoco hifas. Cuando hay poca disponibilidad de células se enquistan, pero la presencia de ciertas bacterias en la cercanía favorece el desenquistamiento (BENINTENDE S., 2002).
Son abundantes en los 15 cm superiores del suelo. La abundancia de bacterias y las fertilizaciones ejercen un efecto benéfico sobre los protozoos. Los flagelados soportan poca humedad. Se los ha encontrado en el desierto del Sahara. Por lo contrario, los ciliados necesitan mucha humedad. Si el agua es limitante se enquistan. En general son aerobios, hay algunos microaerófilos y unos pocos anaerobios (BENINTENDE S., 2002).
Normalmente varían entre 10.000 y 100.000 / g de suelo, pero pueden llegar a cifras extremas de 300.000. Regulan el tamaño de las poblaciones microbianas. Existe un equilibrio aún no explicado. Permiten que se desarrollen bacterias competidoras, al ir eliminando a la población que más se desarrolla. También pueden vivir en medios libres de microorganismos, lo que indicaría que pueden intervenir en la descomposición de restos vegetales (BENINTENDE S., 2002).
Ameba. Tomado de: http//: www.taring.net
Referencias
BENINTENDE S., (2002). Cátedra de microbiología agrícola . Facultad de ciencias agropecuarias UNER. Recuperado agosto 2014 de: http://www.fca.uner.edu.ar/academicas/deptos/catedras/microbiologia/parte_de_unidades_10_y_11_microorganismos_del_suelo.pdf
BUCKMAN, H. O., & BRADY, N. C. (1977). Naturaleza y propiedades de los suelos. Barcelona: Montaner y Simón, S.A.
MOREIRA F., (2011). Manual de biología de suelos tropicales. Instituto nacional de ecología. México.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario